Los amantes del queso no podrán resistirse únicamente a contemplar las esculturas realizadas por esta mujer americana, Sarah Kaufmann. Apodada "The Cheese Lady", su vida ha girado en torno a la leche y derivados lácteos. Tras licenciarse en Arte Comercial en la ciudad de Madison, trabajó para la industria lechera de Wisconsin como directora creativa de la Junta de Comercialización de Leche. Durante este tiempo su interés por el queso fue creciendo hasta el punto de pulir y perfeccionar su talento innato como escultora de queso, utilizando sus piezas en las promociones comerciales y formando a todo aquel que deseara impregnarse de sus conocimientos sobre cómo hacer queso, sus variedades y aspectos relacionados con la talla. Diez años más tarde, se trasladó a Ohio para continuar su labor.
Esta actividad llena su vida y anima a la gente a seguirla en sus exposiciones, que como cabría esperar, son ferias de comida y vino, supermercados y celebraciones especiales aunque también realiza encargos para promocionar una gran variedad de productos. Sus delicadas obras maestras se elaboran en 3D con una materia prima excelente, queso Cheddar u otras variedades como Asiago, Provolone y Gruyère entre otros, que se fusionan creando un maremágnum de colores y texturas con un acabado extraordinario. Pero al igual que cualquier alimento, estas creaciones tienen fecha de caducidad con un final imaginable, siendo engullidas por los invitados o donadas a comedores de la beneficencia. Más detalles en su web.
Visto en: Culture Vixen.
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