En Christchurch, Nueva Zelanda, los domingos por la mañana cuando la marea está baja, surje una silueta montada en bicicleta que se acerca a la playa portando un palo a modo de pincel y un rastrillo. Únicamente con estas herramientas y con una imaginación desbordante, Peter Donnelly, alias The Sand Dancer, crea asombrosos dibujos geométricos en la arena al son de un baile marcado por él mismo y absorto en su trabajo, mientras en el muelle de New Brighton la multitud se concentra para contemplar unas obras que poco tiempo después, serán engullidas por el mar. Un trabajo sin ánimo de lucro del que no espera reconocimiento, simplemente le aporta una gran satisfacción personal, un entretenimiento que comenzó hace más de diez años y continuará en el futuro.
En esta página puedes encontrar más obras suyas aunque si realmente deseas saber quién es y conocer el proceso creativo que conlleva la realización de sus trabajos, mira el siguiente vídeo y disfruta:
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